martes, 3 de septiembre de 2013

El left tackle de las organizaciones

Artículo firmado por Juana Pulido, Consultor Senior de Estudio de Comunicacion, en Capital humano.es

Confieso que no soy deportista y ni siquiera aficionada a deporte alguno. Dicho esto, lo que sí me gusta es aprender cosas nuevas, incluso sobre deportes.Tranquilos, que no cunda el pánico:no haré comentarios sobre Mourinho y, por decirlo de alguna manera, su peculiar relación con los medios de comunicación.
Voy a hablar del blindside o, lo que es lo mismo, el ángulo muerto en el fútbol americano. Vaya por delante que todos mis conocimientos sobre este deporte se reducen a lo aprendido gracias a la paciencia de alguien, que tuvo a bien explicarme las reglas básicas del juego y sobre todo la misión de algunos de los jugadores que, he de decir, me cautivó desde el principio.
No es que de buenas a primeras me haya hecho forofa del fútbol americano, es que tras escuchar los papeles que desempeñan cada uno de los jugadores dentro del equipo vi un claro reflejo entre éstos y una organización empresarial.
Empezaré por el quarterback que es el jugador que en el campo recibe directamente las instrucciones del entrenador sobre la jugada que se va a realizar. En primer lugar, explica a sus compañeros la jugada que van a poner en práctica y dirige las jugadas de ataque, escogiéndolas y cambiándolas en función de la defensa. En jugadas de pase, es el encargado de buscar algún receptor, aunque bien puede decidir correr el mismo. Un líder sin duda.
Dicen del quarterback que es una de las posiciones más complicadas y técnicas de un equipo y es un jugador fundamental, ya que debe "leer" la táctica que utiliza la defensa del equipo rival y además decidir con rapidez la opción más conveniente, todo ello con un brazo fuerte para lanzar bien y con puntería.

Trasladado a una organización empresarial,el quarterback podría ser el consejero delegado ejerciendo, por delegación del Consejo de Administración, todas las facultades que a éste corresponden. Liderando y motivado a su equipo y guiándoles entre las turbulentas aguas de la competencia.Determinantes sin duda los papeles dequarterback y del consejero delegado, pero claro no juegan en solitario. El equipo es determinante.
Y dentro del equipo me fascinó la función del lefttackle.Este jugador es normalmente el mejor bloqueador de su equipo en jugadas de pase. Es el que contrarresta la presión ejercida por los defensores del equipo contrario sobre suquarterback. Por lo visto, y según las estadísticas, los quarterbacks son mayoritariamente diestros,así que cuando lanzan con el hombro izquierdo apuntando hacia el campo de juego, y por lo tanto no pueden ver al jugador contrario que le viene por la izquierda, crean un blindside o ángulo muerto extremadamente vulnerable, que debe ser protegido por el lefttackle.
¿Y quién sería dentro del ámbito empresarial el lefttackle? Pues para mí es evidente: el director de comunicación. El director de comunicación debe estar permanentemente atento a cuantos "ataques" externos pueda recibir una empresa. Pendiente de los inputs de todos los públicos objetivo. Y también de todas las oportunidades que puedan surgir para distinguirse positivamente frente a su competencia, cara a la opinión pública y demás stakeholders.
En Comunicación, ángulos muertos hay muchos, tantos como frentes abiertos puede tener una compañía y, en épocas de crisis como las actuales, los ángulos muertos se multiplican.El left tackle de la organización tiene funciones esenciales para la imagen de la Compañía; de su buen hacer, de la confianza que en él tenga el Consejero Delegado, dependerá en gran medida que la proyección de la empresa sea una u otra.
Por desgracia, en algunas organizaciones, no se da la verdadera importancia al left tackle, cayendo en errores importantes que perjudican gravemente su reputación. Construir es siempre más difícil que destruir. No obstante, en Comunicación es,sin duda alguna, más arduo restituir la reputación de una organización que crearla desde cero.
El left tackle de las organizaciones no será casi nunca el máximo goleador, ni tampoco ha de pretenderlo, para eso hay otros profesionales dentro de las empresas. Pero sí debería tener la consideración de una figura clave, con una posición en el organigrama que le dé opciones para que su voz sea oída y atendida, para que sus opiniones sean tenidas en cuenta y cuyas decisiones sean apoyadas sin fisuras por los gestores.
De la misma forma que el quarterback y el left tackle deben formar un tándem perfecto, el consejero delegado de las organizaciones –o, en su defecto, el Presidente ejecutivo o el director general- y el director de comunicación deben trabajar en perfecta sincronía para aprovechar todas las oportunidades de proyección pública y minimizar el efecto en su imagen de los embates del día a día empresarial.

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