viernes, 5 de agosto de 2011

Google habla de tú a tú a Apple y Microsoft quiere parte del pastel

Hasta hace bien poco las grandes compañías relacionadas con las telecomunicaciones y la informática, luchaban entre ellas para captar clientes a base de tener el teléfono más chulo, el programa más original, el que hace mejor las cosas, el más fácil, el más innovador, en definitiva, se buscaba atraer al consumidor con gadgets (aparatos electrónicos tipo móviles, tablets y demás) y sistemas operativos. 

Microsoft barrió con su sistema operativo windows, instalado en el 90 por ciento de los ordenadores del mundo. Apple resurgió de sus cenizas con su Iphone, estaba prácticamente en bancarrota antes del lanzamiento del famoso smartphone, y google que empezó siendo un buscador para convertirse en el buscador por excelencia, buscaba nuevos horizontes comprando una empresa con un incipiente sistema operativo llamado Android. 


En esta situación, cada uno era grande en lo suyo y no le incomodaba el resto hasta que, como cualquier ecosistema donde conviven especies distintas, una de ellas empieza a incomodar a otra, empieza a comerle terreno. Al principio no pasa nada, no se le da importancia, Apple se sentía grande con su Iphone, habían revolucionado el concepto de teléfono móvil, ahora ya se llamaban smartphone (teléfono inteligente) para distinguirse de los vulgares móviles. 

Google, que había visto la jugada, decidió no quedarse atrás y empezó a buscar un fabricante de móviles que estuviese interesado en poner su sistema operativo en alguno de sus teléfonos y encontró a HTC. Claro un teléfono con un sistema operativo no va a ninguna parte (que es lo que le pasó a Microsoft con sus primeros windows mobile), había que meterle aplicaciones. Pensaron que en vez de tener un montón de ingenieros haciendo aplicaciones, era mejor liberar el código fuente (la base del sistema operativo) para que lo vea todo el mundo y así cualquier persona con conocimientos de informática podría hacer aplicaciones para Android. 

Bueno pues con esta decisión la liaron parda. Los gigantes de la informática empezaron a alucinar, es como si se hubiera revelado la fórmula de la coca-cola y cada uno pudiese experimentar con ella. Cualquier persona con una buena idea y algún conocimiento en programación, podía plasmarla y mostrársela al mundo, podía ponerlo gratis (la gran mayoría) o cobrar una módica cantidad (1 o 2 euros) por ello. El sistema funcionaba y cada vez más y más marcas de teléfonos querían tener un Android entre sus modelos. 

Apple con su Iphone estaba en la cumbre, lo veía todo desde arriba. Ellos estaban como mínimo uno o dos pasos por encima del resto, todo el mundo quería hacer aplicaciones para el Iphone, Apple lo sabía y ponía unas condiciones exigentes, las del sabedor que tiene la sartén por el mango. Además, cada teléfono nuevo que sacaban se separaba más de lo que es un teléfono para hablar y se acercaba más a una videoconsola portátil, a un ordenador, cámara de fotos, reproductor del música, etc. 

Apple crecía (hace 10 años una acción de Apple no valía ni un dólar, ahora valen más de 300, "solo" han crecido un 4000%, -si lo hubiese sabido yo también habría comprado-), pero proporcionalmente el sistema operativo Android crecía más. 

Hace tres años no era nadie, ahora Google con Android le puede hablar de tú a tú a Apple y al Iphone. Apple es un fabricante, Android tiene 39 fabricantes, por eso al día de hoy, Android vende más que Apple pero Apple gana mucho más por cada teléfono que vende. 

Microsoft que lleva viendo esto desde hace tiempo ha decidido entrar ya que quiere parte del pastel. Así que ha creado un sistema operativo, windows phone, y como con dinero se consigue prácticamente todo, pues le ha puesto una cantidad exagerada de millones a Nokia para que algunos de sus terminales lleven windows phone como sistema operativo. Hay que decir que Nokia se ha visto un poco obligada a acceder ya que sus ventas cada vez bajan más (el año pasado dio unos beneficios de 295 millones, este año 487 millones de pérdidas) en detrimento de los teléfonos de Apple y Google. Necesita un revulsivo para volver a ser lo que era, líder mundial indiscutible en la venta de teléfonos móviles.

Así pues  tenemos  tres gigantes con muchísimo dinero y que ninguno quiere perder ni un ápice de cuota de mercado. 


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